A días de conmemorarse noventa años de la masacre obrera de la Patagonia, Osvaldo Bayer junto al periodista y cineasta chileno, Danilo Ahumada, participaron el Foro Cine y Memoria, organizado por el departamento de cultura de la CTA Capital. Los expositores hablaron del aporte de la película La Patagonia Rebelde en la recuperación de la memoria histórica de uno de los hechos más cruentos en la historia sindical argentina. El film es sin duda, un referente del cine latinoamericano, un documento de memoria y de archivo que, por más de 35 años, ha operado denunciando a una época e interpelando al público a reflexionar sobre los hechos que terminaron con 1.500 obreros asesinados.
Bayer en su calidad de guionista del film recuperó la voz de aquellos obreros asesinados en la Patagonia, les dio un lugar en la historia. Un reconocimiento a los cientos de trabajadores del fin del mundo que fueron sepultados en las tumbas masivas y que perdieron su identidad. Bayer los trae de vuelta y reivindica su voz.
En la presentación se recordó a las cinco prostitutas de la casa de tolerancia “La Catalana” de San Julián que se negaron a atender a los soldados después de la masacre, tratándolos de asesinos de obreros. Un homenaje a aquellas mujeres que cerraron sus piernas como gesto de rebelión. La actividad terminó con la inauguración de una placa, ubicada en el ingreso de la CTA Capital que recuerda a Antonio Soto Canalejo, líder del movimiento obrero y a todos los trabajadores asesinados en la Patagonia.
Un reconocimiento a esos hombres que lucharon incansablemente por conseguir el sueño de la libertad.
“La Patagonia Rebelde”
La Patagonia rebelde nos adentra en una Patagonia de principios del siglo pasado que nos muestra a los obreros viviendo situaciones inhumanas y ajenas a cualquier protección social. Los peones rurales trabajaban en condiciones deplorables en las estancias de la Patagonia, controlada en gran medida por la familia Menéndez – Braun. La llegada de ideas libertarias a América motivó a los obreros a organizarse en torno a la Federación Obrera de Río Gallegos e incentivó la organización de los trabajadores en toda la Provincia de Santa Cruz. En tanto, la Liga Patriótica, la Sociedad Rural y el propio gobierno encabezado por el Radical Hipolito Yrigoyen aúnan fuerzas para terminar con el movimiento de los obreros.
En el año 1920 los obreros protagonizan la primera huelga general que termina con la intervención del Teniente Coronel Varela y con el triunfo momentáneo para los trabajadores.
Un año más tarde los estancieros preocupados por el nivel de organización obrera, solicitan ayuda a Buenos Aires, quien interviene nuevamente, pero esta vez con represión. La autoridad militar moviliza a marinos y policías para reprimir a los huelguistas en donde los hallasen. En poco tiempo encarcelan a los cabecillas.
Antonio Soto Canelejo, líder de la organización obrera, logra escapar de la persecución y se atrinchera en la Estancia La Anita en El Calafate, lugar donde se desarrolla la última asamblea que termina con la entrega de los obreros y con Soto escapando hacia Chile junto a otros 12 hombres. Esa noche los militares realizan una auténtica cacería humana. Los huelguistas rendidos son humillados, torturados y fusilados. De los 500 a 600 huelguistas que se encontraban en la “Anita”, fueron muertos entre 200 y 250. Durante todo el conflicto murieron alrededor de 1500 trabajadores. Osvaldo Bayer incorpora en la obra audiovisual la investigación registrada en el libro. Sus intenciones se dirigen a no traicionar la verdad histórica, por lo tanto participa en la elaboración del guion y en el rodaje de toda la película. El autor acentúa las contraposiciones entre ambos bandos, por un lado la Federación Obrera y por otra parte la Sociedad Rural, el Ejército, la Liga Patriótica y el Gobierno Nacional.
Por CTA Capital
