[10/10/2008, Santa Cruz]
Reproducimos a continuación parte de lo que dijo el dirigente estatal santacruceño:
¿Qué significa para usted la Constituyente Social?
Una vieja demanda de todo el campo popular. Necesitamos discutir y tratar de acordar la agenda del país que queremos. No nos juntamos, como hacen algunos políticos, para ver quien se queda con tal o cual cargo. Nuestra mira está puesta en una propuesta estratégica que sirva a la unidad de lo que está y sumar lo que falta.
¿No se trata, entonces, de un mero instrumento electoral?
No vamos a conformar una herramienta que se agota en lo electoral. En el año 2000 votamos por el Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación como expresión de nuestra política y llegó la hora de retomar ese camino. Es hora de dejar de resistir. Llegó la hora de entender que pasamos a la ofensiva de una vez, o lentamente dejamos de existir.
¿Qué pasa en la provincia?
Hemos crecido muchísimo desde aquella época en que la CTA era sólo ATE y los mineros. No sólo hay otros sindicatos representados en la Central. También hay muchas organizaciones territoriales.
¿Cómo han trabajado para la Constituyente?
Realizamos un encuentro de mujeres, debates en los barrios y sindicatos. Ahora tenemos nuestro propio programa de radio, y seguramente será otro medio para instalar la discusión sobre la Constituyente en la sociedad. Hemos articulado un espacio que se llama Encuentro Ciudadano del que participan organizaciones sociales, políticas, culturales y religiosas. Trabajar por la unidad del campo popular es trabajar en sintonía con la Constituyente Social.
¿Llevan algún planteo en especial a Jujuy?
Básicamente las preocupaciones de la región como el saqueo petrolero y pesquero que poco y nada dejan a la provincia en materia de regalías También la propiedad de la tierra, gran parte de la cual está en manos de las compañías petroleras. Esas empresas se llevan todo y lo que es peor nos dejan un verdadero desastre ambiental y agotan el agua con los bombeos de los pozos petroleros debido a que no se los obliga a reciclarla.
¿Y el Estado?
El Estado no existe. Ni siquiera les cobra las multas.
Y sin Estado, ¿de que proyecto de Nación se puede hablar?
Por eso, mi expectativa es que entendamos que la lucha no se puede delegar. Son tiempos de cambio. La historia no nos va a esperar. La Constituyente debe ser el fin de la retirada. Es necesario acordar un programa que representa las necesidades de nuestro pueblo. Es hora de terminar con el saqueo de nuestros recursos, de devolverles a los trabajadores esa dignidad que se les niega y construir en serio el mañana.
por Carlos Saglul, Agencia CTA
