[11/10/2008, Santa Cruz]
“Nuestra Agrupación Barrial “José Font” CTA, convoca a la Constituyente Social, porque vislumbra en la misma, una luz de esperanza, una herramienta única, verdadera y legítima, una puerta a la transformación popular que los trabajadores reclamamos en cada acto, en cada manifestación, en cada expresión de descontento pero también en cada expresión de alegría y esperanza.
La Constituyente Social para nosotros es la herramienta con la que soñamos porque plantea una alternativa transparente y respetuosa de una verdadera práctica democrática y humana.
Nuestra Agrupación Barrial, nacida de la urgencia y necesidad de los compañeros, en la obtención de tierras y viviendas, no fue más que el reflejo de una realidad nacional, que tocó a nuestra puerta y a la que decidimos no darle la espalda. Este tipo de urgencias nace a consecuencia de políticas sin objetivos claros ni proyectos a largo plazo.
Son el resultado de políticas neoliberales, capitalistas, egoístas y totalmente desconectadas de la realidad de un pueblo que no tiene “influencias ni amigos en el poder”. Ese sector del pueblo, son los trabajadores, los desocupados, los jubilados, las madres de familia, los jóvenes y los pobres .Y cuando hablamos de pobres, no nos referimos únicamente a lo pobres materiales, también nos estamos refiriendo a los pobres de esperanzas, de proyectos y de justicia. Esos pobres que cada día ven más vulnerados sus derechos porque se ven abandonados y olvidados en su esencia de seres humanos y como parte de una construcción nacional en la que todos deben ser incluidos.
Convencidos convocamos a la Constituyente Social para que el derecho al sufragio deje de ser el derecho a que nos mientan y a que cada cuatro años nos vendan espejitos de colores y prometan “ahora si un futuro promisorio” , cuando en realidad se continúan profundizando prácticas políticas que olvidan al más pobre, cuando aún persisten el hambre y el abandono en nuestras comunidades y en los lugares que mantienen reservaciones de pueblos originarios, que no son más que reservaciones de humillación y genocidio de todo un pueblo .Ese mismo genocidio lo practican con nuestros abuelos que mueren esperando los ajustes y aumentos jubilatorios.
Reclamamos en nuestra actitud rebelde, ocupando tierras, que la clase gobernante se ocupe más de solucionarle a miles de compañeros su necesidad de tierras y viviendas, porque consideramos que es una falta de respeto esperar por años para ver cubiertas las necesidades básicas que son imprescindibles e inalienables, como todos los derechos estipulados universal y constitucionalmente.
Nosotros reclamamos porque observamos que no hay una justa y equitativa distribución de la tierra, cuando vemos que los funcionarios son beneficiados con la venta de tierras a precios irrisorios y en el que nombres conocidos y con buen status económicos obtienen los mejores terrenos y ubicaciones. También nos encontramos con que no hay políticas que regulen el alza de precios en la canasta básica o en los alquileres, que en la mayoría de los casos supera el 100% del sueldo promedio de hoy en día.
Nos plantamos en esta postura, como seres humanos y espirituales que necesitan creer, no sólo en Dios, sino también en sus líderes, en sus gobernantes, en sus instituciones .Creer que una vida mejor es posible, creer que la justicia será JUSTICIA, y aunque parezca una utopía queremos creer también que la corrupción no seguirá siendo el peor y más grande ejemplo que nuestros hijos obtengan de sus gobernantes y que volvamos a ser una gran familia. Siempre se ha sostenido que la familia es la célula fundamental de la sociedad.
Para que una sociedad se desarrolle en un marco de bienestar común y equilibrio social, esas familias deben tener pronto acceso a la posibilidad de iniciar su vida dentro de los requerimientos que la misma le exige. Y estos no son más que los que la Ley plantea: salud, vivienda, educación, seguridad, trabajo, entre otros .También exigimos igualdad de oportunidades, de respeto y de derechos para lograr vivir una vida digna, equilibrada y en paz con el medio, la sociedad y nosotros mismos.
Por esto y por mucho más, la Agrupación Barrial “José Font” orgullosos de pertenecer ha comenzado a transitar este noble camino e invita y convoca a todos a sumarse a transitar por la senda de la esperanza y de la construcción de la hermandad, marchemos todos unidos hacia la Constituyente Social en Jujuy para encontrarnos con miles que no conocemos y construyen la misma esperanza que nosotros acá en el sur de la patria”.