La medida que será acompañada de un paro nacional fue decidida por diez mil delegados en el Congreso Nacional Federal de marzo pasado en Mar del Plata y servirá para denunciar que junto a una Argentina opulenta, exportadora de alimentos, donde los que más tienen aumentan cada día sus ganancias, hay otra negada que no deja de organizarse y dar pelea, donde 25 niños mueren diariamente asesinados por la pobreza, la indiferencia cómplice y los ancianos terminan sus días privados de la jubilación que les corresponde para vivir dignamente. Se trata de ponerle un piso a la construcción de una Nueva Argentina. No puede haber más impunidad para el crimen de hambre.
Laura Taffettani es dirigente del Movimiento de los Chicos del Pueblo y secretaria de Actas de la CTA. Subrayó como hechos fundamentales que la marcha se haya decidido en el seno del Congreso Federal de Mar del Plata unificando reclamos como la defensa de derechos elementales de nuestros ancianos y niños. “Son los dos sectores más vulnerables en Argentina. Salir juntos de Misiones y llegar a Plaza de Mayo el 8 de junio cuando se cumplen las 1.000 marchas de los jubilados, decidir un paro nacional para ese día, son decisiones que significan ganar el corazón de los trabajadores en defensa de la vida, en sus dos extremos más castigados”.
Recuerda que el maestro Paulo Freire decía que “nadie puede ser sin que los otros sean”. Un modelo económico que no da respuesta a las necesidades humanas y convive indiferente con el hambre de millones a quienes todo le es negado, no merece nuestro respeto y debe convocar a la indignación. “La victoria más grande del capitalismo es haber transformado una acción tan cruel como es la de dejar morir de hambre a nuestra cría en un acto aceptable social y políticamente”.
Taffettani plantea que la medida de la CTA significa llevar la discusión que denuncia al hambre como un crimen a cada lugar y constituir este punto en “el piso desde donde discutir un proyecto de país. Por eso el problema es de todos y nos pertenece, si queremos realmente construir una sociedad diferente”.
“Pronto –adelantó- los compañeros estarán viajando para comenzar a trazar el recorrido que unirá Misiones con Buenos Aires y que permitirá poner al país en clave de infancia, en clave de nuestros viejos, es decir en clave de un país justo que debe ser y por el que la CTA está dispuesta a luchar. Nada debilita más al ser humano que las mentiras de la esperanza, nuestra tarea es volver a construirla en lo cotidiano”.
Define la actual etapa de la Central de Trabajadores de la Argentina como refundacional. “Significa volver a nuestra raíz, tener la valentía de recuperar la dignidad de luchar por un país justo, independiente. Nosotros siempre dijimos que detrás de cada chico en la calle hay un padre desocupado, por eso la incorporación del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo a la CTA. Era la necesidad imperiosa de que los trabajadores cobijen en su seno a todos los niños y niñas de nuestro país, los que no están en nuestras organizaciones, los que se van desgranando por hambre, desnutrición, paco o en las esquinas rumiando un futuro en el que no tienen lugar. Es una etapa que conlleva el inmenso desafío de no ser más de lo mismo, de tener una propuesta verdaderamente transformadora y asumir el compromiso de sostenerla”.
“Sobra plata, falta justicia”
La marcha partirá desde el interior profundo, la provincia de Misiones. “Estamos hablando con los compañeros de las provincias por donde pasará la marcha y la verdad es que hay mucho entusiasmo. Se van acercando sectores que quieren participar porque ven la posibilidad de poner en evidencia lo más duro de la injusticia y la desigualdad que tiene por víctimas a chicos y viejos. Se empieza a ver el movimiento en todos lados. Ya comenzaron las asambleas que se van a extender a todas las provincias para responder al desafío de convocarnos masivamente en esta nueva etapa de la lucha por la distribución justa de la riqueza. La consigna de la hora es constituirnos en la herramienta que exprese el conflicto social de la Argentina, organizar la lucha por los salarios y condiciones dignas de trabajo”, dice el jujeño, Fernando Acosta secretario de Interior, de la CTA.
A su turno, Lidia Meza, secretaría de Previsión Social de la Central cuenta que “estamos trabajando con entusiasmo en la organización de la marcha, parte de jubilados la acompañarán desde Misiones junto a los Chicos del Pueblo para llegar el 8 de junio al Congreso Nacional y unificar la protesta, para que el Gobierno se de por enterado que “el hambre es un crímen” y los jubilados merecemos y reclamamos el 82% móvil”.
Explica: “Nos sentimos burlados por un Gobierno que pretende que agradezcamos que nos tiren una limosna dos veces al año. Pretendemos ni más ni menos el respeto por nuestros derechos, que es una jubilación digna con un 82% móvil proporcional al sueldo de los trabajadores activos en el mismo cargo y función”. Meza recuerda que “desde el año 2010 estamos levantando firmas para acompañar el proyecto de una nueva Ley Previsional que derogue la lógica de la capitalización, sirva al fortalecimiento de la seguridad social, establezca el 82% móvil y asegure la participación de las jubilados en la conducción del Instituto Nacional de Previsión”
En tanto, Marcos Wolman, quien ocupa el mismo cargo que Meza en la CTA Capital y es secretario general de la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados recuerda que "nosotros somos los que estamos todos los miércoles en el Congreso para poder hacer escuchar las demandas del sector. Dentro de poco se van a cumplir los 1000 miércoles de los jubilados. Si hay algo de lo que nunca nos jubilaremos es de la pelea por el reparto justo de la riqueza. Aquí sobra plata, falta justicia".
Dario Perillo, secretario de Organización de la CTA, señala que “la regresividad de la distribución del ingreso, el saqueo de nuestros recursos naturales por los monopolios imperialistas, la concentración y extranjerización de la tierra, la brutal estafa que constituye la deuda externa que no hemos dejado de pagar, son las principales causas que originan las necesidades populares insatisfechas. La decisión de condenar el genocidio del hambre en nuestros niños y viejos resume y potencia el paro nacional con movilizaciones y 100 cortes de ruta del próximo 8 de junio aprobado por los 10.000 delegados en el Congreso de Mar del Plata”.
¿Posibilismo o claudicación?
¿Donde termina el posibilismo y empieza la claudicación de quienes deberían cambiar las reglas del juego para terminar con el crimen del hambre? Laura Taffettani responde que es difícil establecer la diferencia cuando se habla de la pobreza. “Este mundo ha claudicado la idea de un futuro feliz para todos y nosotros tenemos la responsabilidad histórica de no ser cómplices. Volver a dar sentido a nuestras vidas en su paso histórico por esta tierra, dejar huellas, sembrar la posibilidad de transformar el presente con vista al futuro, construir un mundo diferente para las generaciones que vienen, todo eso está en nuestras manos, en la de los trabajadores”.
Darío Perillo evalúa que “estamos viviendo una etapa que si bien ha sido de crecimiento económico, se caracterizó también por la profundización de la inestabilidad en el empleo, precarización y tercerización laboral. Los trabajadores van quedando cada vez más afuera de todos los sistemas de protección social. Esto hace que el núcleo de la lucha tenga que estar centrado en terminar con el trabajo en negro, con el fraude laboral. Esta última práctica es acompañada por un sindicalismo empresario que lo único que hace es disciplinar a los trabajadores para que no puedan organizarse en defensa de sus intereses. Nuestra construcción debe priorizar la actividad privada porque allí es donde se genera la riqueza cuya distribución hay que garantizar con la organización popular”.
Por su parte, el secretario Gremial de la CTA, Daniel Jorajuría, coincide y añade que “el trabajo en negro, la precariedad laboral, la tercerización, en definitiva; la explotación de los trabajadores, es la mejor herramienta que utilizan los empresarios para bajar los sueldos y mejorar sus ganancias. Para esto cuentan con la complicidad de los gobiernos y sindicatos que participan de los negocios de las patronales. Por eso es fundamental que los trabajadores puedan organizarse con nuevos gremios, para defenderse de la explotación”.
A su juicio, “el Estado tampoco combate con demasiado ahínco las contrataciones irregulares, porque también las utiliza. Quienes gobiernan el Estado Nacional, el Provincial y más aún los municipios, hacen de la precariedad y del trabajo en negro su forma de hacer política, clientelismo y hasta negocios personales. Es una de las razones por las cuales el Gobierno se niega a cumplir con la obligación legal de dar personería a la CTA y a las miles de organizaciones que solicitan legalidad para defender los derechos de los trabajadores. La libertad sindical en la Argentina es la mejor manera de romper con la lógica de mucha riqueza para pocos y pobreza para muchos”.
Sobre los preparativos para la marcha, Perillo explica que el Bloque Organizativo-Gremial-Territorial junto con el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo y las secretarías de Previsión y de la Juventud de nuestra Central “estamos planificando con los secretarios provinciales y regionales el paso de la Marcha que partiría desde Iguazú el 30 de mayo para llegar el 8 de junio a Buenos Aires. Para ello –añade- hemos estado recorriendo los lugares por donde pasará la Marcha y nos reunimos con todas las organizaciones sociales interesadas en colaborar con la misma”.
Hacia los 100 mil delegados
Según Darío Perillo “el Primer Congreso Nacional Federal ha marcado un punto de inflexión en la afirmación de una nueva etapa iniciada con el triunfo de la Lista 1 en las elecciones del 23 de septiembre. Más que nunca hay ponerse al frente de las necesidades de los trabajadores y el pueblo, recoger y levantar las banderas de la libertad y la democracia sindical. Vamos hacia una Central de varios millones, abierta a todas las luchas del país, con una concepción política y clasista. Una Central creíble y objetiva. Para ello –añade- necesitamos elegir los cien mil delegados que posibiliten la construcción de una Central que haga de la liberación nacional, social y latinoamericana su objetivo estratégico”.
Sobre la elección directa de cien mil delegados agrega Jorajuría: “Hemos construido herramientas como el Manual del Delegado, vamos a ir a dar la disputa dentro de cada una de las empresas para construir las delegaciones y los representantes a través del voto secreto y directo. El Congreso de Mar del Plata dijo además, no a las listas sábana. Proponemos que la elección individual permita que los delegados sean elegidos por voto directo y secreto entre aquellos que los trabajadores consideran sus mejores representantes. El objetivo es terminar con la burocracia sindical, con las corporaciones sindicales que lo único que hacen es poner techo a los salarios y la negociación colectiva”.
La marcha también se construye desde el territorio. Carmen López, miembro de la Dirección del Movimiento Territorial de Liberación (MTL-CTA) de la Capital Federal, señaló: “Son muchos los reclamos que embanderan a los movimientos sociales que componemos la CTA, el hambre de nuestros pibes es el que más preocupa. La situación en la que están los chicos de lugares como la Villa 21, en la 1-11-14, en la Villa 20, los cuadros de desnutrición, plomo en la sangre, desamparo son palpables. El flagelo de la droga en toda la zona sur, la creciente prostitución en adolescentes, contra todas esas cosas cuyo denominador común es la miseria, marchamos”.
Taffettani subrayó que la solución policial a la exclusión está ligada a la a la baja de la imputabilidad de los menores, principales víctimas de la marginación en las barriadas pobres. “Un problema social nunca se puede resolver desde el ámbito penal. El hombre se hace humano en condiciones humanas. Indudablemente, una sociedad injusta como la que hemos creado, genera situaciones muy duras en la convivencia. Desligar la responsabilidad de una sociedad adulta planteando que el problema lo generaron los niños y los jóvenes no resiste ningún análisis, excepto el de la necesidad de construir un enemigo falso para invisibilizar al verdadero”.
En la Provincia de Buenos Aires –pone como ejemplo- “ya se llevan más de una década de políticas de seguridad de “mano dura” y a la vista están los resultados. Hace mucho tiempo que niños inimputables se encuentran alojados en instituciones de encierro y que la pena de muerte se impuso a través del mal llamado “gatillo fácil”.
“Es claro que para sostener una desigualdad como la que estamos viviendo, desde el poder se planteé una respuesta represiva, lo grave es que esa idea ha ganado el corazón incluso de algunos sectores de la clase trabajadora y ésa es la lucha que debemos librar. Por eso cuando nos plantean la baja de imputabilidad nosotros decimos que el hambre es un crimen, porque allí radica la raíz del problema y es desde donde tenemos que partir”, subraya.
Que paguen los grupos económicos
Fernando “Nando” Acosta aporta que “los niños y los viejos son una gran deuda que hay que cargarla, no como plantea la derecha, en las espaldas del sistema democrático. La tienen que pagar los grupos económicos que los gobiernos de la democracia y obviamente la dictadura, se ocuparon de privilegiar. Los grandes beneficiarios del sistema capitalista son los responsables del hambre y el abandono de viejos y chicos. Sin dudas, la consigna del hambre es un crimen, pone de manifiesto que se asesina con la pobreza y ese delito que no se castiga tiene responsables y un solo objetivo: garantizar las enormes ganancias de los empresarios. Por supuesto, el que gobierna elige a quién beneficia, decide quién muere y quién se beneficia. Los resultados están a la vista y por eso se hace la marcha”.
Jorajuría sostiene: “El paro hay que construirlo, por eso todo el secretariado está recorriendo el país, haciendo asambleas en cada una de las provincias con todos los compañeros. La medida se va forjando en cada lugar de trabajo y los barrios, debatiéndolo con los compañeros, discutiendo la importancia que tiene en esta coyuntura para los intereses de la clase”.
“En este sentido la otra iniciativa fundamental es la Constituyente Social como forma de cambiar la institucionalidad existente que sostiene las desigualdades y eliminar el unicato para liberar a la clase y aquel que quiera pelear se organice y pelee”, enfatiza.
Para Jorajuría, “el significado más grande de marcha será que unificará nuestras organizaciones en un acción común, no sectorial, que tiene que conmover a nuestra sociedad y hacer visible las consecuencias dramáticas que sufren nuestros niños y nuestros viejos. Como el abandono, la indigencia, el paco, el gatillo fácil, la inasistencia y la jubilación de hambre y que poco muestran los medios hegemónicos de la comunicación”.
Acosta describe la situación en su provincia. Explica que en Jujuy, al igual que en todo el interior los pibes a pesar de la alegría y fuerza que les da su edad, sufren las limitaciones que significa la pobreza, muerte por hambre, discapacidades, serias limitaciones para poder estudiar y desarrollarse. Reconoce que “si bien en los últimos tiempos, a través del trabajo de algunas organizaciones sociales como la Organización Barrial Túpac Amaru y la Asignación Universal por Hijo se logró mejorar la situación, se mantiene la fragilidad que significa la permanencia de la pobreza”. Añade que lo mismo pasa con los jubilados, que en un noventa por ciento de los casos cobran el haber mínimo. La mayoría de los trabajadores con más de setenta años “no se quieren jubilar por la miseria que cobran”.
Políticas universales
Laura Taffettani del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, reconoce el avance que significó la Asignación Universal por Hijo pero se refiere a sus límites. “Fue de algún modo el reconocimiento de una deuda pendiente que es la situación en la que se encuentran la gran mayoría de nuestros niños y jóvenes. En ese sentido, representa un avance, fruto de muchos años de lucha que sostuvimos”.
Pero este avance ha resultado insuficiente, “por un lado, en lo que hace a la medida en sí: su carácter no universal ha provocado que una franja importante de niños quede fuera del beneficio. El monto establecido no garantiza los insumos básicos para la crianza. La implementación del plan requiere de programas de atención a la infancia y a la juventud -en el sector de la población que más daño ha sufrido producto de las políticas neoliberales en estas últimas tres décadas- que no están siquiera planteados. Las páginas en los diarios que titulan cada día la pérdida de niños “acabaditos de nacer” en Misiones, Salta, Formosa, Chaco y otras provincias nos demuestran con crudeza esta realidad”.
Taffettani no ignora que “el capitalismo necesita de las desigualdades para sostenerse: es un sistema creado por aquellos pocos que tienen mucho a costa de los muchos que necesitan casi todo. Entonces, se hace difícil pensar que pueda albergar en su seno una propuesta humanizadora. En nuestro país, que puede alimentar a 400 millones de personas -como lo ha reconocido expresamente la Presidenta- representa un verdadero escándalo que no se pueda garantizar ese sustento elemental a nuestra propia población. Desde ese punto de vista existe la posibilidad, aún dentro de este sistema, de acabar con el hambre. Es cuestión de tomar la decisión política”.
Por Carlos Saglul. Artículo publicado en el Periódico de la CTA N° 75, correspondiente al mes de abril de 2011