El PC Constituyente Social, parte del Partido Comunista de La Pampa con el que no comparte su alineamiento al gobierno nacional, destacaron los avances de los últimos años pero aseguran que por ello “no resignamos nuestras banderas de lucha” y critican la idea de que “esto es lo posible” o que pensar en la transformación de la sociedad es “hacerle el juego a la derecha”.
El documento completo emitido por el PC Constituyente Social en el Día Internacional del Trabajador, señala:
Distintas versiones y utilidades se le dan a cada 1º de Mayo día del trabajador. Incluso, y sobre todo por parte de quienes quieren preservar este sistema injusto para el hombre y la naturaleza.
Para nosotros es un momento de reafirmación de la identidad de clase. De la imperiosa necesidad de unidad de los trabajadores conscientes de su capacidad como motor de cambios hacia otro tipo de sociedad. Que para nosotros es el socialismo entendiendo que en nuestro país son múltiples las identidades políticas y culturales que expresan dicha aspiración.
La provincia tiene su propia historia de luchas. Aquellas llevadas a cabo a principio de siglo por indios y paisanos fuertemente influenciados por las ideas y las practicas anarquistas. Historia tan bien reflejada por Jorge Etchenique recientemente censurado por el secretario de cultura, a participar con su obra en la feria del libro. La huelga de los salineros a principio de los 70 que contó son la solidaridad inestimable de comunistas, peronistas, socialistas y trotskistas. Los conflictos de ATE cuyas conducciones en unidad articulaban también comunistas y peronistas. Más recientemente la llevada a cabo durante los últimos 25 años por los trabajadores de Luz y Fuerza (LP) en contra de las privatizaciones y en defensa de la cooperativismo
Hoy son otros tiempos y asistimos a la idea del “movimiento obrero disputando el poder”. Fea trampa que nos lleva a reducir el sindicalismo a la administración de los beneficios sociales desde espacios de poder de conducciones burócratas. Por eso nosotros distinguimos entre aquellas conducciones que reparten lo que hay en los sindicatos y los que luchan desde el sindicato por reivindicaciones inmediatas y por terminar con la desigualdad entre los hombres.
Son momentos favorables donde no debemos permitir ser convencidos a través de promesas y concesiones, de que “esto es lo posible”. De que no se puede avanzar más allá. De que hacerlo implica alinearse con la derecha. De que la acción de los trabajadores se debe limitar a recibir dadivas estatales sin ser arrancadas a través de la lucha.
Desde los orígenes de la CTA creemos en la construcción de otro modelo sindical distinto al conciliador y burocrático. Donde la autonomía de los patrones, los partidos políticos y el gobierno cuales quiera sean, son principios fundacionales irrenunciables.
Este gobierno no es el enemigo principal. Pero es en esta versión distinta y mejorada donde en lo esencial se sigue aplicando el modelo neoliberal para conservar el sistema.
Y es en esta etapa que se está llevando a cabo un reacomodamiento de roles de partidos y organizaciones sociales que atraviesa a nuestro partido y a la CTA que en defensa de la democracia sindical continua reclamando por la personería gremial.
Los comunistas de la Pampa estamos trabajando en la línea de la CTA expresada en la conducción nacional por Pablo Micheli. Para llevar a cabo lo expresado y votado democráticamente en varios Congresos de la Central: la construcción del Movimiento Político Cultural y Social de Liberación Nacional
Porque no resignamos nuestras banderas de lucha de clase en pos de no hacerle el juego a la derecha, y porque creemos en el “sujeto pueblo” como motor de las transformaciones en un sentido revolucionario con centralidad en la clase trabajadora. Para avanzar en la construcción de poder desde la clase y para la clase. Para que el destino de la clase ya no se deposite más en manos de quienes pretenden retocar el modelo para continuar bajo el capitalismo.
Agustín Tosco, paradigma de la clase trabajadora consciente dijo…...”el rol de la clase obrera no es participar como socio menor y subalternos en las esferas del poder de la oligarquía y de la reacción, sino impulsar las transformaciones revolucionarias que cambien en profundidad este sistema de opresión, de explotación y miseria. El papel de la clase obrera es ser vanguardia organizada y combativa de los demás sectores populares para lograr la liberación social y nacional de los argentinos”.
