En el Seminario se habló sobre la vida Rosa Luxemburgo, sus aportes en el pensamiento marxista y su rol como mujer, militante y pensadora comprometida con el cambio social en Europa del Siglo XX.
Uno de los principales conceptos destacados fue el de no considerar la lucha por la democracia como un fin en sí mismo sino que debe ser ampliado ya que no alcanza con lograr una democracia formal. Lo que se debe buscar es el camino hacia una democracia socialista, es decir, participativa y directa, donde se resulvan las libertades políticas y se le quite los espacios públicos al poder dominante. “La democracia hay que profundizarla, hay que aprender a hacer política de una forma conciente, no se trata sólo de la construcción de movimientos sino del Poder Popular”, esta fue una de las concluciones colectivas a las que se llegó con el debate.
El encuentro también contó con una instancia donde los participantes intercambiaron acerca de los procesos en que la clase trabajadora llevó adelante sus luchas, victorias, aciertos y desaciertos en los países del Cono Sur.
Por su parte, Alicia Coca, que participó en representación de la Secretaría de Género de la Central de Trabajadores de la Argentina, subrayó la principal lucha que lleva nuestra CTA por la democracia y libertad sindical como uno de los ejes más importantes para lograr la verdadera organización de los trabajadores, que rompa con la institucionalidad formal que necesita el Sistema.
“Por una clase que dispute el poder real: que dispute el salario, mejores condiciones de trabajo, que exija un sistema universal de salud y educación, que preserve y haga preservar el medioambiente y que luche por un Estado al servicio del pueblo. Nos urge la construcción de un Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación, por eso caminamos la iniciativa política de la Constituyente Social en Argentina” enfatizó la compañera.
En ese contexto, también se habló largamente de la situación política en Paraguay aprovechando su condición de anfitriona. En los últimos años en Paraguay se observan preocupantes avances en la militarización de su terreno, aumento de la criminalización de la pobreza, presos políticos, judicialización de la protesta social y se incorporó la política de seguridad de Estados Unidos con la firma de su Plan Colombia que habilitó la insatalicón de bases militares norteamericanas y la cooperación de la fuerza de sguridad paraguaya en ellas. Asimismo, las Fuerzas de Seguridad son las encargadas de realizar los desalojos a los campesinos y de esa forma eliminan la agricultura familiar de los pueblos originarios y favorecen el ingreso de las transnacionales y con esto, al agronegocio, la agricultura que prescinde de las personas, que arrasa con el suelo y que contamina el medio ambiente. La promesa de la Reforma Agraria sigue pendiente mientras las consecuencias las sufre el pueblo guaraní con la prisión, persecución y desalojos.
En ese sentido, los compañeros y las compañeras paraguayas que participaron en el Seminario hicieron hincapié en impulsar y sostener los lazos de solidaridad que caracterizan al pueblo latinoamericano, “desde nunestra misión y visión asumimos la convicción que, ante el despliegue de este sistema, es preciso multiplicar las prácticas de solidaridad, la cooperación, la igualdad, la resistencia, el cuestionamiento al orden de cosas existentes y profundizar las experiencias de la democracia asamblearia para que se visibilice el arcoiris de voces y miradas de la gente que camina junta por un vivir más digno. Apostamos por la cultura de paz sustentada en la creación de las condiciones que permitan sostener la dignidad de la vida”.
El resto de los participantes se pusieron a disposición del pueblo paraguayo y su compromiso por apostar a la transformación sosteniendo que “caminamos con Paraguay, comunidades y organizaciones que desde siempre apostamos por la esperanza y la vida”.
Por Equipo de Comunicación de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA
