Un grupo de tareferos de Montecarlo se encuentra en Capital Federal a fin de gestionar la pronta resolución del conflicto que mantienen con la ANSES por la devolución de las asignaciones familiares retenidas.
Aprovecharan para lanzar a nivel nacional una campaña contra la explotación laboral y salarial de estos trabajadores. “Que el placer de tomar mate no siga descansando sobre la esclavitud de los tareferos”, se titula esta campaña que a manera de un compromiso con ellos mismos vienen discutiendo desde enero del 2009, cuando la protesta de este sector irrumpió con fuerza particularmente en la zona de Montecarlo.
“Cuando comenzamos a reclamar en febrero del 2009, era porque ya no dábamos mas, no podíamos seguir esperando. Dijimos que todo el país tiene que saber que detrás del mate que toman todos los días estamos nosotros, los tareferos hambreados, enfermos, endeudados”, destacaron desde el Sindicato que debieron conformar a mediados del 2009 ante la ausencia de UATRE.
El jueves van a estar durante toda la jornada en el obelisco. A las 18 tienen previsto un encuentro, en el Congreso Nacional, con diputados de la Comisión de Economías Regionales y esperan para el viernes ser atendidos por funcionarios de la ANSES.
“El hambre que denunciamos desde siempre”
Los tareferos remarcaron además que en Buenos Aires volverán a reclamar por las condiciones de extrema pobreza en la que se encuentran, tal como lo reconoció la Justicia Federal quien fallo a favor de los trabajadores, a fines del año pasado, y obligó a la ANSES el cese de las retenciones indebidas de las asignaciones familiares.
“El fallo del juez José Luís Casals es clarísimo, refleja con crudeza la extrema vulnerabilidad de estos sectores, en eso se basó para dar lugar a la medida cautelar y ordenó a la ANSES el cese de los descuentos, ahora estamos esperando que resuelva sobre la devolución de lo ya descontado”, destaco Rubén Ortiz referente de la CTA y del Movimiento Social de Misiones quién acompaña a los tareferos.
En mayo de este año, cuando se conoció la implementación del Programa Hambre Cero, los trabajadores hicieron llegar al gobernador Maurice Closs una carta donde reflejaban la problemática del hambre con la que conviven cotidianamente. “Nos duele mucho reconocer que el HAMBRE está instalado en nuestras casas hace mucho tiempo y que se convirtió en una de los dolores más difíciles de enfrentar. Porque con hambre no se puede pensar, con hambre no se puede trabajar, antes del medio día, Sr. Gobernador, en los yerbales el HAMBRE se siente tanto que nos cuesta el doble o el triple juntar el raído. De hambre nos estamos enfermando y muriendo. Ojala podamos ver ese tiempo del HAMBRE CERO, peleamos todos los días para que eso pase y para que nuestros hijos y nietos no sigan viviendo y trabajando en las condiciones que lo hacemos hoy nosotros y lo hicieron antes nuestras madres y nuestros padres”, se destaca en la carta que fue entregada en mano al gobernador y que nunca tuvo contestación.
La muerte que debió evitarse
En febrero del 2009 el Concejo Deliberante de Montecarlo aprobó por unanimidad la emergencia alimentaria a pedido de los tareferos para evitar el avance del hambre. La misma autorizaba al Ejecutivo Municipal a disponer de partidas presupuestarias para la atención prioritaria de las necesidades alimentarias de estas familias. Esta ordenanza se ratificó en el 2010. Cuando se conoció la muerte de una niña a causa de desnutrición en Montecarlo, estaba en plena vigencia el Programa Hambre y también la emergencia alimentaria.