Carlos Del Frade en su libro recuerda con emoción la conmeración de uno de los hitos más importantes de la clase trabajadora en épocas donde todo se privatizaba y al mismo tiempo se hipotecaba el futuro de millones de argentinos.
O como él mismo anticipa en su prólogo: La Marcha Grande, el río místico de la historia social argentina, no solamente fue uno de los hitos más notables de la crónica política de los últimos veinte años, sino también una clara señal de los puentes que existen entre las viejas peleas y las nuevas necesidades. Un ejemplo palpitante de que la memoria y la resistencia siempre están cargadas de futuro.
Por Corresponsalía Rosario