El trazado colectivo, la puesta en común de los problemas del barrio, los equipos de trabajo y la fecha tentativa de la primera gran asamblea hacia la Constituyente fueron los ejes de trabajo. Sobre el final, en el plenario, las fechas propuestas en todos los grupos fueron desde la última semana de agosto hasta la primera semana del mes de septiembre, habiendo una interesante mayoría que dijo "sábado 4 de septiembre, Asamblea Constituyente en Quilmes".
“Estamos formando el equipo de trabajo” decía Balán arrancando el encuentro y agregaba que “vamos avanzando en la metodología. En la última reunión más de 60 organizaciones estuvieron presentes y cada una trajo los datos sobre lo que conoce y los lugares adónde trabaja”. Mientras el padrón de experiencias se agranda, la meta es encontrar el grueso de militantes y compañeros y compañeras capaces de convocar y construir la asamblea distrital.
Yanina Gambetti, Delegada de los trabajadores de la Universidad de Quilmes participó del armado del mapa en blanco que fue lo que convocó días después de la primera reunión que se realizó a principios de mes de junio y que continuó en la sede de la CTA, con representantes de los participantes de la primera, que trabajaron en el “volcado” de datos y experiencias para presentar el mapa que sirvió como disparador para el trabajo grupal que siguieron desarrollando, en seis grupos de más de ocho integrantes de organizaciones locales.
Walter Ormazabal de SUTEBA planteaba que sigue quedando vacante y a asumir para la convocatoria a la asamblea un “mejor barrido” de organizaciones, y la reformulación de días y horarios para que todas puedan hacerse presentes, sin embargo, se mostró satisfecho del crecimiento en la diversidad que mostró esta reunión, “hoy estamos hablando de que somos más de 60 organizaciones las que están aquí presentes y que se mostraron interesadas en la participación y de acuerdo con el proyecto. El planteo global de lo distrital se nota ha sido muy interesante para la participación” afirmaba el dirigente.
El mapa muestra problemas y muestra esperanzas. Comunicación popular; medioambiente; desigualdad; organización popular; autoritarismo; son algunos de los ejes que toma y que sigue ampliando en el trabajo colectivo y frente a las nuevas organizaciones que se vieron tentadas a la participación.
La puesta en común
Después del trabajo grupal, mapa en mano, vino la puesta en común. El primer grupo hizo hincapié en la salud, en la situación de las unidades sanitarias, "tomando las unidades sanitarias como el primer lugar al que se recurre en los barrios, y que por lo general les falta todo" decían las compañeras.
Transformadores y contaminación, a través de Ezpeleta y la Avenida La Plata. Falta de agua, "la red de agua nace en la cervecería Quilmes, el primero en tirar red de agua potable, los primeros caños salen de ahí, van a El Dorado, Ezpeleta y la gente siguió enganchándose, y la red era natural. Después el agua llegó desde Bernal, pero nunca fue suficiente, el mal estado de los caños. Sería bueno que ABSA se haga cargo de esta cuestión, porque si hay presupuesto, que cambien toda la red, porque si hoy hay un corte de luz, Quilmes se queda sin agua", contaba Alicia repasando la historia.
“Todos nuestros materiales son cartas al vecino de Quilmes” decía Balán y agregaba “vayamos pensando quiénes se pueden hacer cargo de escribir y plantear la información a los vecinos”.
Educación, falta de documentación de los pibes, pero también la organización para dar la pelea a través de los Consejos Locales y la militancia en el Foro de Niñez se hicieron presentes, tomando además el desafío de "no dispersar esfuerzos" e ir todos tirando para un mismo lado, por ejemplo, Utilizando los espacios de trabajo social y barrial, unificando circuitos comunes como criterio de convocatoria. Y para la semana del 14 de agosto, aniversario de Quilmes, generar alguna acción pública convocando a la Asamblea.
Otro de los grupos hizo eje sobre la educación y apoyar y convocar a la asamblea que quiere realizar la comisión de padres del barrio Villa Azul, preocupados por la educación que están recibiendo sus hijos y los hijos de los barrios pobres.
Y el "paco" directamente vinculado a la desigualdad y que afecta “a lo que más tratamos de defender que es la niñez y la juventud”, la trata de personas, “problema tapado, vedado” y la instalación de los prostíbulos. La “inseguridad como consecuencia de la desigualdad”, la violencia en las familias, en los hogares, en las escuelas y en la calle, “que se convierte en práctica común, fundamentalmente por la noche”. La desocupación y la corrupción puesta en práctica a través de la ejecución del presupuesto público, “la corrupción es un problema y la causa de las falencias de los barrios, tomando la propuesta del presupuesto participativo” agregaban desde otro de los grupos.
"Agregar las vías y los arroyos, adónde hay más problemas de inundaciones”, y que "pobreza e indigencia estén presentes en todo el mapa" decían desde el último grupo.
Hubo propuestas de lugares para la Asamblea y días y fechas de reunión para el armado del material de invitación que convoque a las vecinas y vecinos a la participación. Andrea Duarte de ATE Quilmes no se engaña, sabe que será difícil la convocatoria, porque “la gente está muy descreída, sin embargo, cuando empezamos a caminar los barrios con los chicos de la juventud, ahí nos dimos cuenta que si bien hay descreimiento, también hay mucha iniciativa”, confiesa, casi al final de la tarde.
Anfitriones de larga trayectoria, los quilmeños con la supervisión de Selva Guillén, ofrecieron mate, bizcochos y unas salsas de aromas gustosos acompañando un choripán al final de la fría tarde de invierno, en un nuevo avance hacia la construcción colectiva de las soluciones.
Fotos: Luis Gomez, ATE Quilmes