Con la presencia de diputados nacionales y dirigentes nacionales y provinciales de la CTA, junto a Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y representantes del Foro por los derechos de la Niñez de la Provincia de Buenos Aires, se presentó esta mañana, el material sobre Salario Familiar Universal en la Argentina a partir de una Asignación Universal por Hijo de $ 300.
La presentación y lanzamiento de los materiales elaborados por el Equipo Estadístico del Instituto de Empleo y Formación de la CTA y el equipo de Comunicación de la Constituyente, en el marco de la Campaña Bicentenario sin Hambre, busca instalar públicamente la necesidad -y posibilidad cierta- de implementar un salario familiar universal que permita acabar con el hambre destinando recursos que no provengan de los jubilados a través de la ANSES.
“Más del 30% de nuestra gente vive en la pobreza y el 15% pasa hambre. No hay estadística que pueda maquillar esta realidad” comienza diciendo la publicación y avanza con números duros: “2.103.347 de nuestros chicos no cuenta con agua corriente en su vivienda ni cloacas en sus hogares; más del 2.000.000 viven en zonas inundables; casi 750.000 chicos en edad escolar (5 a 18 años) no asisten a ningún establecimiento educativo”.
La propuesta, que cuenta con el respaldo de los diputados Graciela Iturraspe, Liliana Parada y Eduardo Macalusse, junto al bloque de Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur, propone un salario familiar de $300 pesos para todos los menores de 18 años; para todos los hijos de los trabajadores y trabajadoras de este país.
Un Salario Familiar Universal que garantice un mismo valor para los hijos de todos los trabajadores independientemente del tipo de relación laboral que desarrolle. Esta política social de carácter universal tendría varios efectos positivos:
Concreta un derecho social que actualmente es negado para el 65% de los menores en la Argentina
Tiene un impacto favorable e inmediato en la pobreza: la conformación de un ingreso mínimo para los hogares hace descender la tasa de pobreza del 33,8% al 23,8% (esto representa una caída en la tasa del 30%).
También bajaría la tasa de indigencia: pasaría del 14,6% al 4% (una caída del 73%).
Dignificará a los niños/as y sus familias que percibían planes sociales por su condición de pobre al pasar a percibir una Asignación Familiar por su condición de ciudadanos/habitantes con derechos y dejar de tener que verse sometidos a demostrar su condición de “pobres” o “vulnerables”.
Generará una situación de justicia social al pasar todos los niños y niñas de la Argentina a tener el mismo valor para el Estado.
Es decir, universalizando el salario familiar por hijo a $300, la pobreza se reduce a la mitad y el hambre desaparece de la Argentina.
“De los 13 millones de pobres, 6 millones son menores de 18 años. Es impactante que solo con el 1.7 por ciento del producto bruto interno nosotros resolvemos terminar con el hambre”, expresó la diputada Liliana Parada y agregó que es este un "tema para tomar en serio, porque el ingreso universal, debe ser universal. Y entendemos que un camino, y en el marco de la Constituyente Social, va más allá de la redistribución de la riqueza, esto hace a la soberanía de una Nación, a la soberanía alimentaria de un pueblo. Este país no está de fiesta con el 30 por ciento de su gente bajo la línea de pobreza”.
“En el marco del Bicentenario se da la discusión y el debate sobre qué país queremos tener. Y hay diferencias y similitudes con el centenario: una de las similitudes es que buena parte de la población ni en el centenario ni en el bicentenario tienen garantizada la alimentación ni la salud, que son derechos básicos y están escritos en la Constitución pero no se cumplen”, dijo por su parte, Eduardo Macaluse y agregó que “no es un problema de dinero, es un problema de decisión política y de distribución justa o injusta de la riqueza que producen los trabajadores en este país”.
Nora Cortiñas destacó lo relevante de este proyecto: “Hubo un paso muy importante, pero también es importante la igualdad. Este plan nos va a redondear esa satisfacción que queremos que tengan todos”.
Víctor De Gennaro concluyó que el avance que ha significado el que 3 millones 400 mil chicos cobren 180 pesos que no cobraban, pero esto tiene que ser completado con la verdadera dimensión de la universalidad. “Hoy esta asignación deja afuera a dos millones y medio de chicos que por distintas formas de la aplicación de los planes no cobran el salario familiar. Con lo cual es una discriminación”. Agregó además que si se elevara a 300 pesos “se termina la inmoralidad del hambre en la Argentina. Es cuestión de decisión política”.
Cabe recordar que mañana marchan en Mar del Plata el Movimiento de los chicos del pueblo, para difundir la campaña “El hambre es un crimen”.