De la inauguración participaron alrededor de ciento veinte compañeros de Río Grande y Ushuaia, provenientes de sindicatos en formación del sector privado; estatales de ANUSATE, docentes de SUTEF-CTERA, Judiciales de SEJUP-FJA; Foro Social Urbano; militantes Cooperativistas, territoriales, de juventud, de la cultura; contándose asimismo con la visita de Néstor y Homero, de la Federación de Cooperativas Autogestionarias MOI.-
El cierre de la jornada estuvo a cargo de Néstor Jeifetz quién, tras recorrer en imágenes la historia de la seccional local de la CTA de los últimos cuatro años, destacó la importancia de profundizar la mirada política de nuestra Central, de recuperar la perspectiva histórica, para poder llevar a buen término el sueño y la lucha por transformar la sociedad.-
El texto de la convocatoria decía: En la década del ’90 en nuestro país se implementaron las políticas neoliberales, diagramadas en lo que se dio en llamar el Consenso de Washington, e impulsadas por los organismos multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, en interés del imperialismo, que reservara a los países emergentes el rol de colonias dependientes.
Esas políticas, que incluyeron la vil entrega del patrimonio nacional a través de las privatizaciones de áreas estratégicas de la economía, hicieron del achicamiento del Estado la causa de la pobreza, la desigualdad, el desempleo y la injusta concentración económica, consagrando un modelo que necesitó ser apuntalado mediante la criminalización de la protesta, y que estalló en la profunda crisis de 2001/2.
En esa década decidimos fundar la Central de Trabajadores de la Argentina, convencidos de la necesidad de una organización autónoma de los trabajadores, diferenciada de la burocracia sindical cómplice de la entrega. A poco de andar nuestra Central resolvió impulsar la creación de un Movimiento Político, Social y Cultural de Liberación que, con la centralidad de la clase trabajadora, amalgamase a las mayorías populares en una herramienta de acumulación de poder desde abajo, para poder discutir y sentar las bases de una democracia real, participativa, en la construcción de un nuevo sujeto colectivo que debe refundar el Estado sobre bases más humanas para hacer realidad la equitativa distribución de la riqueza, la soberanía, la economía armónica con el medioambiente, y la articulación latinoamericana. Desde ese movimiento, impulsamos el proceso de la Constituyente Social. El primer encuentro, en Jujuy en 2008, congregó a más de 25.000 militantes de más de 600 organizaciones de casi 700 localidades del país. El segundo encuentro, en Neuquén en 2009, reunió a más de 4.500 delegados nacionales, siendo una de sus definiciones la de abrir Casas de la Constituyente Social en todo el país.
Es en ese proceso y en base a esa definición que hoy estamos inaugurando la Casa de la Constituyente Social en Río Grande para seguir construyendo la Patria Grande liberada, disputando hegemonía al capital, porque el poder del pueblo no se delega más. ............................................................................................................ Producción y Textos: CTA Río Grande