La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) continúa su plan de lucha exigiendo al gobierno el cumplimiento de los derechos constitucionales para el pueblo de Mendoza y la duplicación del presupuesto de Salud y Desarrollo Social.
El sindicato liderado por Raquel Blas además plantea que la discusión salarial 2010 se realice previo al envío del presupuesto provincial a la Legislatura y reclama el cumplimiento integral del acta acuerdo firmada en abril (que incluye el blanqueo de un aumento de emergencia de $310 conseguido en esa época) y la equiparación de las asignaciones familiares provinciales con las nacionales.
La lucha comenzó en noviembre con asambleas en los lugares de trabajo y campañas de concientización y continuó el 4 de diciembre con una marcha y cacerolazo multitudinario, de más de mil personas, por las principales calles del centro mendocino y continuó el 10 con cortes de rutas (la internacional a Chile y la nacional 40).
A estas medidas hay que sumarle las asambleas y paros que realizan desde la misma fecha los trabajadores de la Empresa Provincial de Transporte de Mendoza (EPTM), que plantean la continuidad en el ámbito estatal de la línea 2 de colectivos, el blanqueo salarial, el cumplimiento de un convenio colectivo de trabajo firmado oportunamente y la aplicación de una nueva escala de sueldos.
“No queremos más gerentes de los grupos económicos en la casa de Gobierno”
Las protestas comenzaron el 4 con una multitudinaria marcha de trabajadores estatales y ciudadanos mendocinos por las principales calles del centro de Mendoza.
Al grito de “paso, paso, paso, se viene el Mendozazo”, la marcha concluyó en la explanada de la casa de Gobierno, donde Raquel Blas se dirigió vehementemente a la multitud para exclamar que “no queremos gerentes de los grupos económicos en la casa de Gobierno”.
La dirigente expresó que es necesario que desde el gobierno se aplique una política donde se controle a los grupos empresarios que manejan los principales resortes de la economía provincial (petróleo, energía eléctrica, agua potable, entre otros) y se aplique un presupuesto participativo con la eliminación de irritantes exenciones impositivas que favorecen a esos grupos.
Pero el dato de la jornada la dieron los trabajadores del hospital infantil Humberto Notti, quienes leyeron un preámbulo donde se establece como principio “la construcción de una provincia para todo el pueblo”, basada en la “distribución de la riqueza”. Pero además fueron los encargados de nombrar las reivindicaciones de la jornada, que giraron en torno a un mayor presupuesto de salud, el blanqueo salarial de los estatales, no al aumento de las tarifas de los servicios públicos.
Que los trabajadores del Notti fueran los principales oradores de la jornada no fue casual: se reivindicó su lucha ya que fueron infamemente acusados de ser los responsables de un incendio en el edificio de su nosocomio. Dicha contingencia se dio en el marco de un depósito de residuos patológicos desbordado por la desidia oficial.
“No renunciaremos a nuestros derechos”
Ante la ausencia de respuestas a los planteos de los trabajadores de ATE, el plan de lucha continuó el 10 con cortes en las rutas nacionales 7 (internacional a Chile) y 40 (que atraviesa de norte a sur el suelo mendocino).
Los cortes, que duraron más de 5 horas, se levantaron luego de arrancarle a las autoridades el cambio de interlocutor en la negociaciones que se llevan adelante y la realización de una reunión con los principales ministros del Gobierno para tratar los reclamos.
“No renunciaremos a nuestros derechos”, exclamó a la prensa Blas, visiblemente satisfecha luego de ser escuchada por el gobierno tras la agotadora jornada, caracterizada por una torrencial lluvia.
En la ruta 7, el camino internacional a Chile, a la altura del kilómetro 1073, comenzó el principal corte, aproximadamente a las 10 de la mañana. No pasó mucho tiempo hasta que se hicieron presentes personal de Gendarmería y de la Policía de Mendoza y de que el juez federal Walter Bento se comunicara con los trabajadores solicitando el despeje del camino.
Los trabajadores, con Blas a la cabeza, se pusieron firmes y exigieron lo que buscaban: no querían más al ministro de Gobierno, Mario Adaro, como interlocutor (“no da soluciones y traba el diálogo”) y una fecha para reunirse con el gabinete provincial para encontrar una solución a la problemática de los trabajadores y de la provincia.
De esta manera, el ministro Carlos Ciurca se hizo presente en el lugar y escuchó los reclamos. Luego se retiró y a las pocas horas llegó desde el gobierno una respuesta concreta: el jueves 17 a las 10 horas habrá una reunión en el tercer piso de la casa de Gobierno con los principales funcionarios provinciales.
“Tuvimos que volver aquí por los incumplimientos del gobierno, por la falta de equiparación de las asignaciones familiares, porque no quieren hablar del blanqueo del aumento de emergencia que conseguimos en abril, porque queremos que dupliquen el presupuesto de salud”, explicó Blas cuando se decidió el levantamiento del corte. También consignó que “no podíamos seguir dialogando con quien hemos venido dialogando todo este tiempo, que ha sido el ministro de Gobierno (Adaro). Por eso en función de una buena experiencia, casi la única que nos tocó tener con el ministro de Seguridad (Ciurca) en la firma de un convenio colectivo, fue que se nos ocurrió que podía ser un buen interlocutor para escuchar los reclamos”.
Otros cortes y medidas de fuerza
Paralelamente al corte de la ruta 7, los estatales mendocinos llevaron a cabo otro corte de similares características en la ruta nacional 40, a la altura de Zapata, en el departamento de Tunuyán, unos 80 kilómetros al sur de la Ciudad de Mendoza.
Además los trabajadores de la EPTM realizaron un paro con acatamiento total y corte de calles y movilizaciones en el centro mendocino.
Producción, fotos y textos: Claudio Pereyra Moss, Comunicación ATE y CTA Mendoza