"Jaime nos enseñó que la mejor forma de testimonio y dar fe de nuestro cristianismo es militando en política, la política con mayúscula y la política con minúscula, eso lo dejo claro cuando participo de la Reforma Constitucional del 94".
Muñoz también se sentó a la mesa improvisada de entrevistas que se armó en la sala de prensa. Haciendo especial referencia al acto que se realizó el día viernes frente a la Catedral, continuó, diciendo que "ustedes han visto un pueblo mapuche muy en pie, con una claridad y organización política impresionante. Cuando Jaime llegó a esta tierra el pueblo mapuche no existía".
"Jaime fue el primer Obispo de la iglesia católica que vino acá a bendecir uno de los genocidios más grandes que registra la humanidad, una colonización aberrante desde todo punto de vista. Sin embargo Jaime supo encontrar otro rumbo, él reconoció que el pueblo mapuche tenía su propia cultura y que también tenía su propia religión. Que el pueblo católico reconozco la religión originaria de nuestros pueblos no es un dato menor viniendo de un Obispo Católico".
Citando a De Nevares, agregó que él dijo:“No los vamos a evangelizar”, y con los años terminó diciendo “nos vamos a dejar evangelizar por ellos”.
"Esta fue la pedagogía política de Jaime. Él no fue paternalista nunca, él nos enseñó a ponernos de pie. Él nunca se creyó ser la voz de los sin voz. Nos enseñó a sacar la voz, a gritar a putear si hacia falta. Generaba ese proceso que hoy esta tan de moda: nos enseño a “empoderarnos”, aunque él nunca utilizó ese concepto".
Continuó, agregando que "Jaime está presente a la organización sindical, tiene mucho que ver con esas semillas que él nos dejó. O los migrantes, acá nadie nos toca el trasero a los migrantes, eso nos lo enseñó Jaime, si yo no lo hubiera conocido seria un chileno más de los que hay en la Patagonia. Con él aprendí eso y también mis responsabilidades públicas. Jaime supo alentarnos a construir organizaciones sólidas. Jaime decía que cada día que tardamos son niños y viejos que se nos mueren y lo podemos evitar. El costo que estamos pagando en demorarnos en tomar en nuestras propias manos la gobernabilidad de nuestra nación, el costo son muchas vidas, algunas que se van y otras que están sobreviviendo, muertos en vida".
Nos enseñaron a delegar
"Sin dudas que nos falta mucho. En la Argentina los estados nacionales nos enseñaron a delegar, vinieron a culminar la obra de colonización europea de hace más de 500 años: el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes, que hacen, deciden y piensan por nosotros, administran el estado y nuestra plata, y si son doctorcitos mejor. Entonces el pueblo sencillo, pobre, aprendimos que nosotros no somos merecedores de ese gobierno, ni pensar, ni discutir el país, ni la provincia, ni la localidad, ni la comuna. Así que ciertamente nos falta mucho, es un camino arduo pero lo tenemos que emprender, de eso no nos cabe la menor duda".
"Esta Constituyente Social y este acontecimiento en Neuquén lo está demostrando. Somos miles, acá no hay retroceso. Es desafío es sumar muchos más jóvenes, más aun. Hay una diversidad muy rica de organizaciones, de orígenes, de prácticas, de situaciones, de realidades particulares, de experiencias políticas. Esa heterogeneidad, esa diversidad, nos obliga a pensar metodologías coherentes, porque el Estado Nacional también nos enseñó que cuanto más uniforme mejor, con una única identidad. Las asambleas distritales no pueden ser sólo con el criterio de territorio porque sino quedan afuera los pueblos originarios.
"Una cosa que nos estamos repitiendo es que tenemos el derecho a equivocarnos, y...equivoquémonos".