Portada del sitio - Noticias - “La desarticulación y fragmentación de los partidos políticos lleva a que cada vez cobren mayor importancia los movimientos sociales”

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Minutos antes de comenzar su columna en el noticiero de Canal 7, Pedro Brieger, sociólogo, especialista en Política Internacional, nos recibió para conversar sobre los movimientos sociales en América Latina y los procesos de transformación que se dieron a partir del 2001

[17/08/2008 - Ciudad de Buenos Aires]

“Si bien las movilizaciones del 19 y 20 de diciembre de 2001 no salieron con la lucha de la caída de las banderas neoliberales, la caída de De La Rúa fue percibida en América Latina como la caída del modelo neoliberal, y creo que no es casual que a partir de la caída apareciera un proceso de recambio” comienza diciendo, mientras caminamos hacia la sala de maquillaje y le alcanzan papeles de varias puertas vidriadas dentro de las cuáles se produce el noticiero de la televisión pública.

“Creo que el 19 y 20 de diciembre marca un momento de cambio que es la ruptura con las políticas neoliberales, por lo menos en la palabra de los gobernantes, marcando un cambio de época, con todas las diferencias que tiene Evo Morales de Lula y de Chávez”.

Haciendo un retroceso en la línea de tiempo, afirma que en a finales de la década del ‘90 y principios del 2000 “estaba conformado en América Latina un eje neoliberal muy fuerte. Chávez puede radicalizar su discurso porque comienza a haber un contexto regional que se lo permite. Hay hoy una cuestión de retroalimentación que se vio en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, y el eje central fue justamente, impedir la conformación del ALCA y traccionar el Mercosur”. Multifacéticas contradicciones

“Yo creo que hay un proceso contradictorio y multifacético en América Latina con gobernantes que hoy conforman un espacio en común con una retórica que cuestiona el modelo neoliberal, aunque no todos llevan adelante una política que trata de revertir el modelo y que ha dejado países muy entrampados”, agrega haciendo mención a la dolarización de Ecuador, heredada precisamente del modelo económico del antecesor de Rafael Correa.

“Hay una retórica muy fuerte que cuestiona el neoliberalismo, pero hay un origen muy diferente en lo social, en lo ideológico. Estamos frente a un período con una descomposición en muchos países de los partidos tradicionales, con la conformación de un bloque que tiene una política de apoyarse mutuamente, pero por el otro lado, con diferencias muy profundas, ideológicas, entre ellos y con procesos obviamente caracterizados por diferencias que tiene cada uno de los países y sus realidades” Sobre movimientos sociales, sindicales y gobiernos

El caso de los movimientos sociales y sindicales que encontraron su definición política encabezando gobiernos lo lleva a ver “cada caso en particular. En el caso de Brasil por ejemplo, había mucha expectativa con la llegada de Lula y las posteriores fracturas muy fuertes que se dan adentro del PT”.

“En el caso de Bolivia, Evo Morales dijo que este iba a ser el gobierno de los movimientos sociales, y la relación con los movimientos sociales es de “utilización” por parte del gobierno para ratificar las medidas de gobierno”.

“En el caso de Ecuador, los movimientos sociales son los que encabezan los reclamos pero quedan replegados por haber apoyado a Lucio Gutiérrez y hay un cierto enfrentamiento con Rafael Correa porque se pasan factura”.

“En la Argentina el gobierno ha sabido cooptar algunos de los movimientos sociales, y hay muchos que quedaron desarticulados por las diferencias que había entre ellos de apoyar o no apoyar, integrar o no este gobierno”.

Para continuar, después de ejemplificar casos y ya caminando por los pasillos, avanza convencido que este es “un problema que se da en todos lados. La desarticulación y fragmentación de los partidos políticos lleva a que cada vez cobren mayor importancia los movimientos sociales. Pero también suelen tener características muy propias, porque representan por lo general sectores, y tienen dificultades en articular entre todos los sectores, cosa que los gobiernos sí tienen que hacer. Hay una tensión, creo que se da siempre, entre los movimientos sociales y los gobiernos”.

A renglón seguido agregó que “la otra característica es que la mayoría de los movimientos sociales latinoamericanos hicieron su escuela de aprendizaje en la oposición frontal a gobiernos. Y ahora se encuentran con gobiernos que por lo menos en los discursos están muy ligados a los reclamos de los movimientos sociales, pero que en la práctica muchas veces se distancian, el caso argentino es claro, por ejemplo en el no reconocimiento a la CTA”.

Cerca de las ocho y media de la noche, los tiempos de la televisión, que tanto gustan mencionar los conductores se hacían sentir entre los decorados abandonados y productores que iban y venían. Brieger caminaba tranquilo. Ya había consultado su reloj.