[7/05/2009]
“Me parece que es muy importante recuperar esa conciencia de lo que nos hicieron pero más que nada, pensar en lo que podemos hacer”, expresó allí el secretario de Relaciones Institucionales de la CTA, Víctor De Gennaro. Estuvo acompañado por Atilio Borón y Julio Gambina.
Más de 150 personas de distintas organizaciones y vecinos del barrio de Floresta, donde se encuentra “Olimpo”, participaron de la actividad, organizada por la Mesa de Trabajo y Consenso del ex Centro Clandestino y el Grupo de Antropología del Trabajo.
Iván Troittero, miembro de la Mesa de Trabajo y Consenso dio comienzo al encuentro explicando que “la última dictadura militar golpeó fundamentalmente a los trabajadores y a sus organizaciones. Y por eso nosotros siempre decimos que los compañeros que hoy no están presentes porque están desaparecidos, o asesinados, o fueron presos políticos, tuvieron que ver justamente con una lucha en defensa de los derechos de los trabajadores”. Y agregó: “Nosotros queremos no solamente mostrar a todos los represores que pasaron por todos los circuitos represivos de la Argentina y en particular al circuito ABO (Atlético-Banco-Olimpo), sino además la lucha de los trabajadores, la lucha de todos los compañeros que en distintas instancias bregaron por esos derechos”.
Luego tomó la palabra Nuria Giniger, miembro del Grupo de Antropología del Trabajo de la UBA, quien afirmó: “Siempre estamos pensando acerca de la mirada sobre los trabajadores y su situación actual, intentando problematizar qué pasó dentro de las últimas tres décadas. La primera cuestión que se nos planteó fue la imposibilidad de pensar desde el 24 de marzo del ´76 en adelante. Tuvimos que retrotraernos unos años hacia atrás para empezar a problematizar esta situación”.
A su turno, Julio Gambina expuso sobre las transformaciones sociales impuestas por el neoliberalismo: “Conviene recordar en esta instancia, en el primero de mayo aquí en el ex Olimpo, que el capitalismo en sí mismo transpira violencia desde su origen. Ninguna reestructuración capitalista puede hacerse si no es sobre la base de mecanismos extra económicos. No hay cambio económico reaccionario si no es con el ejercicio directo de la violencia. El terrorismo de Estado es funcional a la necesidad que tenían los capitales en la década del setenta para salir de la crisis de rentabilidad del capital transnacional”.
Por su parte, Atilio Borón enfatizó sobre lo que significó la dictadura militar sobre el bienestar de los argentinos, sobre el bienestar de la clase obrera, una fenomenal caída de los salarios reales, la precarización laboral que ya comenzó, la indefensión del movimiento obrero. “La dictadura atacó fundamentalmente las expresiones del movimiento obrero, sobre todas a las expresiones más rebeldes, más radicales, más genuinamente nucleadas en la base”, dijo.
Por último, y antes de abrir el debate con todos los presentes, Víctor De Gennaro reconoció estar “feliz, a pesar de todo el dolor que significa lo que fue esto. Porque todo ese odio, esa bronca que nos generó la muerte que nos quisieron instalar, ahora se transforma en vida y en todo lo que somos capaces de generar”.
Además, recordó que hoy el 70 % de los menores de 18 años están bajo la línea de pobreza. Y que “han laburado para quebrarnos el orgullo de ser trabajador. Porque perder el trabajo, perder esa identidad es aceptar el disciplinamiento. Para eso vino la dictadura, para que no tengamos la capacidad de reconocernos a nosotros con ese orgullo”.
Por último, reconoció que “en el 87% de los establecimientos privados del país no hay delegados. Veinticinco años de recuperada la Constitución, te dejan elegir Intendente, te dejan elegir Concejal, te dejan elegir Gobernador y Presidente, pero no te dejan elegir delegado de sector de trabajo.” Y concluyó recordando a August Spies, uno de los mártires de Chicago, quien dijo: “Llegará el tiempo que nuestro silencio será más poderoso que el grito de las gargantas que hoy ustedes están estrangulando”.
Fuente: Agencia ACTA