Portada del sitio - Noticias - Los trabajadores no vamos a pagar la crisis

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La crisis internacional desató un aluvión de despidos. Los trabajadores organizados asumen el desafío de seguir construyendo espacios para la formación y capacitación en torno a la salud laboral como un derecho. "La salud no se vende, se defiende", repiten.

Martes 23 de junio de 2009, por Katy Garcia

El 19 y 20 de junio pasados, en la Casa del Periodista de Villa Carlos Paz, se llevó a cabo un nuevo Encuentro Provincial de Salud Laboral y Medio Ambiente organizado por el Instituto de Salud Laboral y Medio Ambiente (ISLyMA-CTA). Asistieron al evento unos 50 representantes de sindicatos locales y de diferentes provincias argentinas. Disertaron Irina Santesteban, Mario Epelman y Walter Migliónico.

En la apertura, saludó a los presentes el secretario de comunicación y Difusión de la CTA, Juan Carlos Giuliani. “Nadie va a hacer por nosotros lo que nosotros no seamos capaces de hacer por nuestra salud laboral y eso tiene que ver con la distribución de la riqueza y nuestra capacidad para disputar la renta a los patrones. Porque estar bien, en condiciones físicas y psíquicas se relaciona con las condiciones laborales en que nos desempeñamos”, afirmó.

Luego agregó que uno de los desafíos de la clase trabajadora, es “reapropiarse del conocimiento” y en ese camino hay que disputar con el conocimiento académico "que muchas veces ningunea el saber de los trabajadores" para "generar las herramientas que nos posibiliten llevar adelante cursos de autoformación”.

En esa línea, Giuliani subrayó: “Creemos en la construcción colectiva y cuestionamos a los librepensadores y las autoproclamadas vanguardias que nos vienen a decir qué tenemos que hacer, sin responsabilidades de ninguna especie. Pertenecemos a la CTA, a un proyecto colectivo, estamos organizados, y sabemos cómo, con qué y con quienes hacerlo”.

El secretario general de la Federación de Trabajadores de la Cultura y la Comunicación (FETRACCOM-CTA) destacó, además, que ese encuentro tiene que “alimentar de masa crítica a la iniciativa política más alta sustentada por la Central de Trabajadores de la Argfentina que es la construcción de un proceso para convocar a una Constituyente Social en la Argentina durante el 2010, y adelantó que “el mejor homenaje que los trabajadores podemos tributar para el Bicentenario de la Patria, es plantear y militar por un Bicentenario sin hambre”.

Trabajadores de la justicia sin justicia

Con la presencia de Irina Santesteban, secretaria general de la Asociación Gremial de Empleados del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba (AGEPJ-CTA), Mario Epelman, médico especialista en Salud Laboral y Walter Migliónico, coordinador de la secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente del Pit-CNT de Uruguay, se inició el viernes la primera jornada.

La dirigente judicial comenzó su participación diciendo que “no soy especialista en Salud Laboral, pero si creo que no debe ser solo una cuestión de los técnicos, sino de los trabajadores, de las bases”.

Brindó una caracterización de la situación laboral a la que están sometidos los judiciales y comentó que paradójicamente “trabajadores bien vestidos” que desempeñan sus labores en las oficinas donde se administra “Justicia” al lado de sus “señorías”, padecen situaciones de maltrato laboral. Santisteban, que tiene 27 años de trabajo en la Justicia, afirmó que no se respetan las leyes de riesgo laboral. Por caso, ni siquiera cuentan con una Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART).

En ese sentido, comentó casos concretos de compañeros que sufrieron caídas en los lugares de trabajo y aún no logran que le sea reintegrado el dinero gastado. También aclaró para sorpresa de muchos que “no tenemos convenio colectivo y solo contamos con las acordadas de los jueces”.

De manera que “las presiones psicológicas, arbitrariedad, injusticia, elitismo, frustración, el autoritarismo de los jueces acostumbrados a decidir sobre la vida y los bienes de los demás”, son moneda corriente. Tras señalar que en materia de salud laboral están en “jardín de infantes”, como gremio aspiran a formar “delegados en prevención y luchar por tener nuestro convenio colectivo”. El miedo a perder el trabajo

Mario Epelman, un médico de vasta trayectoria en el campo de la salud laboral recordó una experiencia que en los setenta reunió a un sindicato (Luz y Fuerza), una empresa (EPEC) y a un grupo de investigadores dispuestos a indagar sobre una situación concreta de salud laboral.

Comenzaron por Centro de Cómputos donde los obreros presentaban síntomas inespecíficos tales como: dolor de cabeza, cansancio, insomnio, irritabilidad, sin configurar una enfermedad. “Empezamos a observar, a medir temperatura, humedad, ventilación, distribución, ruido de las máquinas y le pedimos que autoevaluaran la fatiga”, detalló. Con un aparato japonés evaluaron la fatiga visual y luego mental, a distintas horas. Asimismo calcularon el oxígeno del aire y constataron que disminuía.

En resumidas cuentas, el espacio físico utilizado estaba diseñado para un depósito. Esta experiencia de coordinación de esfuerzos y de articulación entre organizaciones fue posible en aquel contexto, donde el líder del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba era Agustín Tosco. Sin embargo, destacó cómo actualmente en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, se está recuperando parte de aquel contexto favorable a los intereses de los trabajadores, y se dicta un curso de Salud Laboral de 3 años. El año pasado egresaron 25 técnicos y hasta ahora llevan 130 inscriptos.

Como docente, Epelman recordó una anécdota. En un acto de entrega de diplomas, un trabajador agradeció que “la universidad nos abra las puertas”. Fue ahí que el Decano de Medicina de la Universidad de Rosario le dijo: “Usted está equivocado, esta universidad es suya, porque se sostiene con sus impuestos”. Una verdad no muy asumida desde las élites académicas.

El especialista alertó sobre la importancia de los riesgos psicosociales que se expresan en lo físico y que no se plasman como enfermedades laborales. “En los países desarrollados, los riesgos psicológicos son mayores, nosotros tenemos ambos. Y el miedo a perder el trabajo hace que uno acepte cualquier riesgo. Es el peor riesgo laboral”, argumentó Apropiarse del conocimiento

El cierre estuvo a cargo de Walter Migliónico, coordinador general de la secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Central de Trabajadores PIT-CNT del Uruguay. El dirigente, recogió el guante arrojado por Irina Santesteban cuando expresó: “no soy especialista en salud laboral”.

Afirmó que esa concepción debía abandonarse porque retomando a Galileo Galilei “no hay ciencia posible sin experiencia”. Así, consideró que “tal vez los trabajadores no sepamos los nombres de las cosas pero tenemos el conocimiento subjetivo; entonces, el desafío es objetivar y apropiarnos del conocimiento”.

Migliónico se inició en el mundo del trabajo, hace cuarenta años. La situación en Uruguay es similar en cuanto a la problemática, pero es de avanzada en relación a la formación. Hace 25 años que trabajan en forma coordinada con la Facultad de Medicina y desde 2007, el delegado obrero en salud laboral es reconocido por ley.

Uno de los conceptos más importantes que tiró a la mesa de debate se relaciona con sacar el tema de lo técnico y llevarlo a lo político. “El dirigente debe ser un comunicador de las cosas, no hay nada que sustituya el “pico a pico”, lo demás lo complementa”. En esa perspectiva, valoró el uso de Internet como una herramienta complementaria.

En relación a la crisis financiera mundial, advirtió que “al cerrarse el mercado de exportación, está dejando afuera mucha gente; entonces, lo importante pasa a ser conservar el empleo y esto recae en la salud de los trabajadores. Hay estudios que dan cuenta de un aumento en los accidentes y la precarización. Lo peor es que a veces el trabajador oculta lo que le pasa por que lo pueden poner en la lista”, opinó.

En cuanto a las patologías, las más frecuentes son lesiones por esfuerzos repetitivos (tendinitis, túnel carpiano) y contacto con sustancias químicas. Un párrafo especial merece el "boom" de los telecentros. “Es una actividad que no está estudiada, pero vemos que aparecen problemas auditivos y visuales, de voz y picazón en los oídos. Además está el problema no visible que es el stress laboral”, explicó.

En Uruguay desde 1911 la cobertura de los Riesgos de Trabajo se realiza desde el Estado. El patrón firma un contrato con el Banco de Seguros del Estado. Sin embargo, responde a una lógica mercantilista.

“Ahora estamos discutiendo en nuestra Central porque no hablamos de un beneficio, sino de un derecho”. Se refiere a la salud laboral desde la prevención y reparación".

El sábado, tras las ponencias se dio curso a un debate que luego se plasmó en conclusiones. Después del almuerzo, el secretario de Salud Laboral de la CTA Córdoba y presidente del ISLyMA, Eduardo Ahamendaburu, tuvo a su cargo las palabras de despedida a los asistentes al encuentro provenientes de Villa Constitución, Río Negro, La Pampa, Paraná, Capital Federal, Río Cuarto, Villa María, Río Tercero, Arroyito y Córdoba, entre otros lugares.

*Equipo de Comunicación de la CTA Córdoba.