"El 29 de mayo hicimos una movida con organizaciones que se estaban incorporando a la Central y a la Constituyente en la cual participaron más de 500 compañeros", relató Ruiz. "Después, a principios de octubre, hicimos una jornada de debate a la que se sumaron unas 140 personas".
En esta oportunidad el debate en comisiones giro en torno al grado de definición sobre lo planteado en Jujuy, "como por ejemplo, que lo mejor que podemos hacer para la solidaridad con los pueblos de América Latina es hacer la revolución en Argentina". La discusión en comisiones estuvo integrada tanto por grupos de trabajo territorial, como por sindicatos de la central y los jóvenes.
"Decidimos empezar a funcionar semanalmente, ya que la idea es construir la voluntad de reunirnos no sólo en coordinadoras de lucha, de conflicto, sino también avanzar en un espacio desde la inteligencia común de lo que hacemos, ponerlo arriba de la mesa: el tema del territorio, cómo lo abordamos, etc". De esta manera, quedó definida la reunión semanal para los días lunes y trabajar a la par en la de una importante cantidad de asambleas barriales de acá a Neuquén.
"Creemos que es importante llevar este debate a más y más barrios. También estamos planteando la construcción -el obispado de Quilmes tiene una larga trayectoria- con compañeros para trabajar ejes temáticos con ellos, con compañeros que son de la iglesia católica, y también con compañeros del movimiento ecuménico de Derechos Humanos. Estamos trabajando para llevar a Neuquén la riqueza de todo lo que comprende el conurbano. El camino que estamos trazando es ese".
Asimismo quedó planteada la importancia de construir herramientas de comunicación. "Como construimos un vocabulario con el que podamos llegar a nuestro pueblo".
Finalmente, Ruiz dejó sentado la necesidad de "construir este mapa del campo popular que nos permita entrar en otro nivel de calidad para enfrentar lo que se viene".
