Con la presencia de integrantes de la Comunidad Wichi y dirigentes de la comunidad Ava guaraní de la Misión San Francisco, referentes de organizaciones vecinales de asentamientos, artesanos, emprendedoras y activistas sociales y sindicales, se compartió la jornada de trabajo, el debate en comisiones y el plenario final en el que se resolvieron importantes acciones para enfrentar la problemática social de los sectores populares en la región.
En la apertura, tras la presentación de los 60 asistentes de los distintos barrios y organizaciones, el compañero Hugo Cachorro Godoy compartió el saludo de los colectivos y grupos de todo el país que están impulsando las Asambleas distritales, locales y barriales hacia la Constituyente Social y trazó un panorama acerca de la actualidad de las Campañas Públicas impulsadas (Igualdad, Democracia, Soberanìa e Integración Latinoamericana) en el marco de la creciente conflictividad social y las necesidades de nuestro Pueblo. La charla motivó el intenso debate que luego se trasladó a las Comisiones de Trabajo, en las que se abordó la consigna de “El Pichanal que tenemos, el Pichanal que Queremos”, aunque también incorporaron visiones y aportes de vecinos y vecinas de localidades cercanas, como Salvador Mazza y Colonia Santa Rosa.
Con la presencia de importantes dirigentes de comunidades de Pueblos Originarios (caciques y autoridades), el debate abordó problemas graves de la región, como la creciente pauperización de las poblaciones, los preocupantes índices de desnutrición en la zona, la ausencia de servicios públicos comunitarios como las cloacas, luz domiciliaria y acceso a la salud, en el conjunto de la población pero agravados en las comunidades originarias. Por otro lado, las precarias condiciones en las que las mujeres y hombres de las poblaciones realizan emprendimientos de artesanías o economía social, sin apoyo municipal para el traslado, ni para la comercialización de sus productos, fueron también parte de los temas denunciados, incluyendo la compleja situación enfrentada en torno de la posesión de la tierra, derecho permanentemente vulnerado tanto por las autoridades gubernamentales como por emprendimientos privados de la zona. En efecto, las comunidades originarias suman a las carencias sociales el hacinamiento y la falta de tierras para el desarrollo de una estrategia integral productiva más coherente con las tradiciones y saberes de sus etnias. Un dramático llamado a la unidad de los sectores populares de la localidad fue el mensaje central de los caciques originarios. "La única esperanza es Unirnos” fue la frase aplaudida por un plenario conmovido, indignado, pero también esperanzado y en acción.
Por otro lado, con especial intensidad, mujeres dirigentes de las comunidades, referentes de comedores, merenderos y agrupamientos vecinales y barriales denunciaron la realidad de zonas liberadas para el contrabando, el narcotráfico y la trata de personas amparadas por la complicidad de parte de la Gendarmería, las autoridades gubernamentales y las fuerzas de seguridad en toda la región.
El equipo animador del encuentro, integrado por jóvenes “caminantes” de la Constituyente Social y dirigentes y activistas de distintas organizaciones, garantizó para los participantes el desarrollo de una metodología participativa y emotiva, en la que no faltaron los momentos intensos de alegría solidaria, como por ejemplo en el aliento al histórico dirigente de la CTA de Pichanal, Dante Córdoba, que superando graves problemas de salud, y en vísperas de una intervención quirúrgica, fue aun así un importante impulsor de toda la iniciativa. “Un héroe nuestro y de todos los días” fue la frase con la que el plenario dedicó al emocionado Dante uno de los aplausos más largos de la jornada.
Un párrafo aparte merece el análisis que se pudo compartir acerca del modelo de desarrollo impulsado en la región y sus consecuencias en la vida cotidiana de los pobladores. Tal como en la Asamblea de Orán, monocultivos de soja y cana y concentración de la propiedad de la tierra fueron el marco en el que se denunciaron también las vergonzosas situaciones de precarización y explotación de los trabajadores cosecheros, con situaciones de discriminación y falta de cobertura social no sólo para la población nativa, sino para cientos de migrantes del hermano país de Bolivia, que sufren además la extorsión de finqueros y propietarios de la región.
Los jóvenes, por otro lado, expresaron la problemática de las dificultades para sostener la continuidad de sus estudios, limitados por las distancias respecto de los establecimientos educativos más cercanos y la ausencia de a poyo municipal para solventar gastos de traslado de estudiantes de escuelas medias y de adultos. A esas realidades, se sumó también la visión de mujeres de los barrios humildes de la localidad en el esforzado sostenimiento de merenderos comunitarios, la situación de más de doscientas cincuenta trabajadoras comunitarias en escuelas de todo el departamento de Orán, que desarrollan sus tareas en condiciones inaceptables de precarización laboral y los dramáticos modos en los que muchas mujeres intentan mantener su acceso a la llamada “Asignación por Hijo” y a la vez luchar por algún otro ingreso que les permita alimentar a sus hijos.
Rescatando importantes procesos organizativos y de articulación popular en la zona, como la creciente confluencia de las comunidades originarias, el desarrollo de la CTA y otra iniciativas, en la jornada también se recordó a luchadores sociales como el fallecido Padre Roque de la Misión San Francisco, en el fortalecimiento de una memoria colectiva imprescindible en el proceso constituyente.
La Asamblea resolvió una serie de acciones concretas, entre las cuales se fijó el encuentro periódico de los colectivos de Pueblos originarios y la asistencia masiva a la Marcha prevista para el próximo 4 de Septiembre en torno de esa problemática. Por otro lado, se decidió fortalecer una red de información popular y gestión que permita el control colectivo de proyectos presentados a nivel nacional por parte de organizaciones populares a distintos ámbitos del gobierno nacional, de manera de evitar las continuas situaciones de tergiversación de los mismos, desvíos de fondos y utilización de esas iniciativas con fines clientelares por parte de los gobiernos también a nivel municipal y provincial. Por último se lanzaron formalmente las convocatorias a las próximas Asambleas Barriales en el Asentamiento Francini, en la comunidad Wichi, en Colonia y en Salvador Mazza.
El compañero Carlos Chile, integrante de la coordinación nacional de la Constituyente Social, hizo una fuerte síntesis de los debates presentados y aportó en el discurso de cierre las perspectivas regionales, nacionales y continentales de los movimientos populares en la etapa histórica que nos toca atravesar, acentuando las dimensiones de la organización popular en el territorio como una prioridad insoslayable. Participaron también en aspectos relacionados con la comunicación y el debate los compañeros Juan Alaimes y Eduardo Balán, ambos integrantes del Equipo y la coordinación nacional hacia la Constituyente Social en la Argentina.
Participaron: Distrito de Salvador Mazza, Barrio Misión “San Francisco” de la comunidad Ava-guaraní y la comunidad Wichi de Pichanal. Colonia Santa Rosa, asentamiento Francini.