En el marco de una acción de amparo iniciada por 33 comunidades de Salinas Grandes y Cuenca de Guayatayoy de Salta y Jujuy que reclaman –como marca la ley- ser consultadas e informadas sobre la explotación de litio en la zona de Salinas Grandes, este miércoles concluirá en Buenos Aires una marcha.
La movilización de este miércoles tiene por fin dar marco a una Audiencia ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que se expedirá sobre el tema, sentando precendente para problemáticas similares que afectan a pueblos originarios de varias provincias.
Mariana Katz, abogada del Serivico de Paz y Justicia (SERPAJ) que fue parte de las organizaciones que actuaron como Amicus Curiae (amigos del tribunal) explicó a ACTA la trascendencia del encuentro.
El hidróxido de litio tiene multiples usos, se utiliza en las naves espaciales y submarinos para depurar el aire extrayendo el dióxido de carbono, es componente común de las aleaciones de aluminio, cadmio, cobre y manganeso empleadas en la construcción aeronáutica, y se ha empleado con éxito en la fabricación de cerámicas y lentes, como la del telescopio de 5,08 m de diámetro (200 pulgadas) de Monte Palomar.
También tiene aplicaciones nucleares. Muchos consideran que con el tiempo cotizará más que el oro.
El descubrimiento de litio en Salinas Grandes hizo que los gobiernos de Salta y Jujuy pidieran al Congreso que lo declarara mineral estratégico. Nada se dice en ese proyecto de consultar a los dueños originarios de esa tierras. Mañana miércoles los representantes de esa naciones serán escuchadas por los Vocales de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que preside Ricardo Lorenzetti.
Según exlicó a ACTA Katz, el SERPAJ se presentó ante la Corte para interiorizarla de la situación de esas comunidades y para exigir que se cumpla la Constitución en lo que se refiere a que deben ser consultadas sobre el destino de sus tierras y las explotaciones que allí se realicen.
Dado el valor del litio y la verdadera fiebre que hoy ocasiona su explotación, no sería raro que sin el amparo de la Justicia, las culturas ancestrales fueran arrasadas. “La Corte escuchará –explicó Katz- a representantes de las comunidades indígenas y del Gobierno de la Provincia de Jujuy que fuera demandado junto al Estado Nacional y la Provincia de Salta.
Además el Supremo Tribunal deberá definir su competencia, así como la medida cautelar solicitada por las comunidades para que se frenen los avances de proyectos mineros hasta tanto se efectivice el derecho a la consulta que reclaman. Participarán de la audiencia, representantes de las comunidades indígenas de Salinas Grandes, quienes junto a las organizaciones que han participado como “amigos del tribunal” (amicus curiae), seguirán las diferentes instancias de esta audiencia.
El Servicio de Paz y Justicia que lidera el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), la ONG ambientalista estadounidense EDLC, la Asociación de Abogados de Derecho Indígena, el Centro Internacional de Justicia (CIJ), y la Central de Trabajadores de la Argentina son algunas de las instituciones que han argumentado a favor de los planteos de las comunidades, mediante la figura amigos del tribunal que permite a terceros interesados aportar su experticia en los procesos que se tramitan en la Corte. Comunicado de las comunidades
Mediante un comunicado de prensa, las comunidades recordaron que han solicitan a la Corte que ordene al Estado Nacional, Jujuy y Salta a “arbitrar las medidas que sean necesarias para hacer efectivos los derechos de participación y consulta, a fines de expresar el consentimiento libre, previo e informado sobre los programas de prospección o explotación de los recursos existentes en sus tierras”.
Los estados mencionados se han concedido permisos de exploración y explotación minera, sin que las comunidades aborígenes fueran consultadas o informadas.
“Ante la inminente realización de la audiencia convocada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el marco de la acción que iniciáramos en 2010, en defensa del derecho a la participación, la consulta y el consentimiento previo libre e informado, reafirmamos nuestra decisión de hacer respetar los derechos que nos fueran reconocidos en la Constitución Nacional, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas. Entendemos que el derecho a participar, a ser consultado s y a brindar nuestro consentimiento en todos aquellos asuntos que pueden afectar nuestra forma de vida, constituye un reaseguro para el respeto y efectivización de todos los derechos.
"Ese derecho no se encuentra garantizado en la Provincia de Jujuy que carece de mecanismos claros, objetivos y basados en el derecho indígena. La Unidad de Gestión Ambiental Minera (UGAM), de ninguna manera puede considerarse una instancia de consulta a las comunidades, en los términos de lo que señala el derecho indígena.
"Llegamos a esta instancia judicial, después de dos años de debates para la construcción de consensos colectivos. Quienes protagonizamos esta acción vivimos en y de las Salinas Grandes. Para nosotros las Salinas constituyen un ecosistema único, que nos provee los recursos necesarios para la subsistencia. Por eso nos preocupa el impacto que pueda llegar a provocar la actividad extractiva minera. Según la información técnica que manejamos, la explotación de litio importa un uso intensivo de agua que podría provocar alteraciones en el sistema salino. Y podría verse en peligro toda la cuenca hídrica, de por sí delicada, al secarse vertientes, ojos de agua y ciénegas. Mantenemos con las Salinas una relación que reviste un carácter espiritual único, porque ellas son nuestro hogar y nuestro medio de subsistencia. En este lugar descansan nuestros ancestros y aquí se despliega nuestra identidad y cultura.
"Sin las salinas, condición necesaria de nuestra existencia, dejaríamos de ser lo que somos y no solo desapareceríamos como pueblo porque se afectaría nuestra identidad, sino que además la sociedad misma se privaría de nuestro aporte a la diversidad. Y nos empobreceríamos todos. Las salinas son un espacio vital porque hacen posible la reproducción cultural.
"La Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Awas Tigni”, ha efectuado una acertada interpretación de nuestro vínculo con la tierra: “para las comunidades indígenas la relación con la tierra no es meramente una cuestión de posesión y producción sino un elemento material y espiritual del que deben gozar plenamente inclusive para preservar su legado cultural y transmitirlo a las generaciones futuras”.
"Preexistimos al Estado, nuestros ancestros fueron los habitantes originarios. Sin embargo hemos aprendido a respetar al Estado, en un proceso que ha significado muchas veces asimilación, pérdida de identidad y de derechos.
"Ahora estamos ante un nuevo escenario, porque hemos sido reconocidos como pueblos y nuestros derechos han sido jerarquizados. Queremos convivir en un estado de derecho, por eso exigimos que se efectivicen todos nuestros derechos y en particular los derechos a expresarnos, a participar, a opinar y a decidir la manera en la que queremos vivir. Tenemos una mirada particular del desarrollo, distinta a la visión occidental tradicional que está regida por el “tener más” a cualquier costa, aún a costa de la propia identidad.
"Vamos a concurrir a la Corte para hacer escuchar nuestros reclamos, para explicarle a los jueces porqué defendemos las Salinas, porqué nos sentimos avasallados cuando ingresan a nuestros territorios sin que nosotros tengamos conocimiento de lo que hacen las empresas. Queremos explicarles a los vocales de la Corte porqué decimos que si afectan las salinas afectan nuestro modo de vida y queremos pedirles que administren justicia y que orienten a los gobiernos, en particular al de Jujuy, para que efectivicen, garanticen, protejan y promuevan los derechos a la participación y la consulta.
"No buscamos un enfrentamiento entre comunidades ni afectar la situación de los productores salineros que hoy trabajan en las Salinas, sólo exigimos el cumplimiento de nuestros derechos y el respeto a nuestra palabra.
"Nuestras comunidades sin sus tierras, sin sus salinas, sin sus ojos de agua, no serán, porque dejaremos de tener atributos que hacen a nuestra personalidad. Para poder defenderla necesitamos ser escuchadas, consultadas. Las comunidades no estamos dispuestas a desaparecer, no vamos a resignarnos a un genocidio silencioso. Vamos a defender nuestros derechos, porque defenderlos es defender nuestra existencia y nuestra cultura".
Por Carlos Saglul, Equipo de Comunicación de la CTA.