Repudiamos la estigmatización de militantes sociales y vecinos que expresan su voz desesperada ante los saqueos escandalosos de las empresas transnacionales que ademas extraer millones de toneladas de recursos no renovables en bruto sin ningún aporte a nuestro desarrollo, lo hacen con métodos contaminantes para reducir sus costos operativos, garantizando rentabilidades abusivas para cuentas bancarias en el extranjero. Dejar en manos de la “justicia” la resolución de estos conflictos, es avalar la represión, porque la mayoría de los jueces son socios y cómplices de los monopolios.
Instamos al gobierno nacional, a garantizar el diálogo y el debate serio y racional en torno a la minería, de manera participativa y plural con foros, y talleres masivos, así como plebiscitos y consultas populares en barrios, pueblos y comunidades campesinas, indígenas, sobre el destino que queremos darle a nuestros recursos naturales.
Fortalecer la democracia es generar herramientas para que el pueblo, además de elegir a sus representantes pueda participar activamente en las decisiones estratégicas de su destino.
Se debe hacer pública toda información sobre el tema, referente a cantidad de toneladas extraídas, recursos que quedan al estado, recursos que salen, valor bruto del mineral, valor de mineral industrializado, puestos de trabajo permanentes y registrado generados por la minería, puestos de trabajo temporarios y precarizados generados por la minería, balances de las empresas extractivas, balances de empresas locales prestadoras de servicios y su relación con funcionarios públicos, y ,por sobre todo, informes serios sobre los pueblos afectados, comprometiendo para el mismo a universidades ajenas a la influencia de las corporaciones mineras ( es decir que no reciban recursos de las empresas) para poder estimar perforaciones y ríos contaminados, disminución de caudal en arroyos y napas, campesinos y agricultores familiares que han sido forzados a abandonar su producción así como otras actividades productivas que dejaron de ser viables por los efectos de la mega minería y otros efectos nocivos del proceso minero, así también sobre los volúmenes de agua utilizados.
La discusión y consulta sobre minería debe darse en un marco de análisis del modelo de desarrollo y las alternativas para sobrellevar la crisis del capitalismo, porque si de divisas se trata, ¿de cuanta renta producto de nuestra tierra se apropia la mesa de enlace y las transnacionales con el actual modelo agropecuario? ¿por qué no establecer políticas concretas para que el estado sea quien se apropie de esa renta?
El proceso debe ser coordinado por el gobierno nacional y contar con la participación activa de los movimientos y organizaciones sociales y sindicales. La mega minería, al igual que los agronegocios en manos de transnacionales son instrumentos del imperialismo en sus estrategias globales para limitar la soberanía nacional y popular.